Los portavoces Amalur Alvarez y Josu Etxaburu han realizado declaraciones ante los medios de comunicación, para compartir la visión de Gure Esku en torno al trabajo de elaboración del nuevo estatus.
El grupo de trabajo de la Ponencia de Autogobierno inició ayer (miércoles) la nueva fase de la elaboración del nuevo estatus. Los cinco expertos designados por los cinco partidos políticos han presentado finalmente tres textos: el tripartito PNV, Podemos y PSE-EE ha presentado uno, y EH Bildu y PP uno cada uno. Los expertos comparecerán en enero en el Parlamento Vasco para explicar sus propuestas. El grupo técnico ha establecido las bases para el debate que, de ahora en adelante, tendrán que llevar a cabo los partidos políticos.
En cuanto al recorrido realizado hasta el momento, aunque con diferentes formulaciones, los textos que han redactado los expertos que representan tres sensibilidades políticas diferentes recogen el derecho a decidir. Que la formulación del derecho a decidir esté recogido en un texto jurídico es, indudablemente, una buena noticia; como lo es también que este proceso cuente con la participación de todos los grupos políticos.
En cambio, nos cuesta entender que no se haya alcanzado ningún acuerdo con respecto a las bases y principios aprobados en la Ponencia de Autogobierno. Donde antes existía un acuerdo entre las dos primeras fuerzas del Parlamento Vasco, ahora hay tres formulaciones diferentes y ningún acuerdo. Por lo cual, en este momento no existe ninguna formulación conjunta en torno al derecho a decidir y, en consecuencia, carecen de la capacidad necesaria para dar una respuesta al reclamo social: una fórmula eficaz que nos posibilite decidir nuestro futuro político.
Bajo nuestro punto de vista, este momento precisa de dos pilares fundamentales. Por un lado, una perspectiva a largo plazo; esta oportunidad de reformar el estatuto aprobado hace 40 años requiere una visión cara al futuro. Entendemos que el futuro estatus político no se puede construir sobre las bases condicionadas por la coyuntura posterior a la muerte de Franco. El nuevo estatus político necesita nuevos cimientos. Debemos mirar hacia delante, y trabajar propuestas con miras al futuro, sin permanecer presos en el pasado. Por otro lado, los partidos no pueden dar la espalda a la voluntad de la mayoría ciudadana, ni tampoco a sus votantes. Los representantes de la ciudadanía deben ejercer su trabajo atendiendo a la voluntad democrática de la ciudadanía, y, por tanto, creemos que les corresponde trabajar por lograr un acuerdo lo más amplio posible a favor de dar cauce legal a la voluntad mayoritaria a favor del derecho a decidir.
Asimismo, no nos podemos olvidar de Escocia y de Cataluña. En Escocia han realizado un referéndum sobre la autodeterminación y prevén un segundo a corto plazo. En Cataluña, se están enfrentando a 100 años de cárcel por organizar un referéndum de autodeterminación. Es una cuestión política que requiere inevitablemente una solución política.
En este momento histórico, la propuesta que se acuerde en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa tiene que recoger la capacidad de decidir sobre cualquier cuestión de manera eficaz, y, por consiguiente, la opción de decidir el estatus jurídico-político vía referéndum. Sería un gran error perder esta oportunidad histórica para regular el derecho a decidir.
Comprendemos que los partidos políticos no puedan dejar de lado la lógica competitiva. Es lógico que se enciendan las diferencias, más aún según se acerquen las elecciones. En cambio, nosotras y nosotros nos encontramos lejos de esa competitividad. La ciudadanía lo tenemos claro: queremos decidir libremente, y para que podamos decidir como pueblo a través de un referéndum, necesitamos vías legales. Estamos dispuestos a ayudar a los partidos e instituciones a superar sus disputas, a arraigar acuerdos y dar pasos eficaces.
Unos días antes de que se acordaran las bases del nuevo estatus, 175.000 personas salimos a la calle y formamos entre todas una cadena humana desde Donostia hasta Gasteiz: no creemos en las casualidades. El papel de la ciudadanía es imprescindible en este camino. Debemos seguir avanzando en nuestra propia senda, y, a su vez, dar los impulsos necesarios para influir en el raíl institucional y político. Si en un futuro se van a alcanzar acuerdos, será, en gran medida, por la ayuda y el impulso ciudadano. Gure Esku seguirá trabajando hasta lograr cauces efectivos para canalizar la capacidad de decidir libremente.
Desde la ciudadanía ya hemos puesto en marcha la iniciativa ciudadana en favor de poder decidir como pueblo vía referéndum. Hemos comenzado a preparar pueblo a pueblo y barrio a barrio la fase de movilización y empoderamiento ciudadano. A través de la recogida de firmas que tendrá como eje principal esta iniciativa, recopilaremos miles de compromisos en favor de una democracia vasca y en favor de la capacidad de decidir. Nosotras, las ciudadanas, estamos preparadas para realizar el camino de la mano y recorrerlo juntas, y por ello, pedimos a los representantes políticos que actúen con visión de pueblo y con responsabilidad. Tenemos claro que ese debe ser el camino.